Esta obra es una reflexión sobre la felicidad. Es una invitación a ser dueños de nuestras vidas, a vivir a tope nuestras posibilidades, aceptar con creatividad nuestras limitaciones. Se analiza la realidad de que la mayoría de los seres humanos no viven a plenitud sino que son arrastrados por las corrientes de las distintas circunstancias, y por lo tanto no actúan desde dentro, es decir, han perdido el puesto de mando de sí mismos.
El autor nos introduce en el análisis de que no es normal para una persona ser desdichada, sufrir desconsoladamente, mantener una permanente insatisfacción sino que lo normal y lógico es ser una persona creativa, dichosa, feliz. Pero, para lograr ese preciado estado tenemos que usar todos los recursos que estén a nuestro alcance.
El objetivo del libro es lograr que el lector piense y que descubra su tesoro interior y que logre ser feliz. El mismo contiene una serie de reflexiones en torno al amor, la oración, la libertad, la esperanza, la verdad, Dios.
Es una invitación a la reflexión profunda, a dejar las prisas y la frivolidad. Una vuelta a lo ensencial, para levantar el espíritu. Es una invitación para asumir responsabilidad personal y trabajar por la autorrealización, la cual es un deber y una condición necesaria para alcanzar la verdadera felicidad.
El autor nos reitera a lo largo del libro que el progreso del ser humano, tanto hacia el exterior como hacia el interior, solamente se realiza cuando la persona cobra conciencia de sus maravillosas cualidades y las usa para bien de toda la sociedad.