La persona creativa sabe salirse del anonimato,
tiene el valor de disentir,
acepta las consecuencias de ser divergente,
asume el hecho de pasar por incómodo,
no se deja moldear ni manipular,
gusta de la atrevida aventura,
posee una personal jerarquía de valores,
cuestiona constantemente la realidad,
va más alla de las apariencias,
da siempre un paso más que los otros,
está siempre a la vanguardia de la vida,
sabe afrontar sus propios errores,
busca soluciones a sus problemas,
es autor de su propio destino,
lleva a cabo obras diferentes,
vive de acuerdo a sus convicciones.
¿Nos interesa llegar a ser personas creativas?.
¿Preferimos la repetición aburrida a la originalidad positiva?.
Autor: Gregorio Mateu
